Me voy a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento: AMLO deja a Sheinbaum sus pendientes

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Andrés Manuel López Obrador afirmó que se jubilará de la política “con la conciencia tranquila y muy contento”, al considerar que cumplió la mayoría de sus compromisos y que el país quedará en buenas manos con la presidenta Claudia Sheinbaum.

Durante su discurso ante un Zócalo capitalino abarrotado, con motivo del sexto y último informe de Gobierno, el mandatario dijo que “nada me hace más feliz que haber logrado, con el apoyo de muchos de ustedes, de millones de mexicanos, reducir la pobreza y la desigualdad en el país”.

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Y se va tranquilo, añadió, porque “a quien entregaré la banda presidencial por mandato del pueblo es una mujer excepcional, experimentada, honesta y, sobre todo, de buenos sentimientos, de buen corazón; afín a los principios fundacionales de nuestro movimiento de transformación y auténtica defensora de la igualdad, de la libertad, de la justicia, de la democracia, de la soberanía: Claudia Sheinbaum Pardo

Entre los pendientes que dejará su administración, el mandatario admitió que no logró avanzar lo suficiente en la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la soberanía energética y la instrumentación de la reforma al Poder Judicial. Sin embargo, confió en que la exjefa de Gobierno le dará continuidad a dichos proyectos.

“Pero qué felicidad que quien va a quedar en sustitución de uno es una mujer excepcional, que le va a dar continuidad a la transformación. Por eso me río, porque las cosas que van a quedar pendientes, pues estoy absolutamente seguro que se van a concluir por lo extraordinaria que es la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo”, exclamó.

Me voy a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento

El mandatario realizó este mediodía una inesperada votación a mano alzada en la que le preguntó a los asistentes si estaban de acuerdo con la nueva forma de elegir a los ministros, magistrados y jueces.

Tras confirmar una aparente unanimidad en favor de la Reforma Judicial, López Obrador se dirigió al gobierno de Washington: «Esto ayuda a entender cuál es el sentimiento del pueblo y también ayuda para que lo internalicen nuestros vecinos y amigos de Estados Unidos».

El mensaje del mandatario se produce días después de que tanto el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, se manifestaran en contra de la Reforma Judicial, al considerar que puede afectar la confianza de los inversionistas, dañar la democracia y atentar contra las reglas del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

«Lo digo con todo respeto», apeló el tabasqueño a los estadounidenses, con quienes la semana pasada «pausó» las relaciones diplomáticas debido a lo que calificó de injerencismo en asuntos internos. «No olviden que la democracia en Estados Unidos comenzó eligiendo el pueblo a los jueces».

El presidente mandó decir a los interlocutores del país vecino que «si quieren bibliografía que busquen ‘La Democracia en América’, de Alexis de Tocqueville; ahí está cómo se fundó esa gran nación”. Y mientras el titular del Ejecutivo hablaba de la necesidad de la Reforma Judicial, los simpatizantes del mandatario gritaban “¡Fuera Piña, fuera Piña!”, en alusión a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Recta final

López Obrador está a 30 días de dejar el poder. El próximo 1 de octubre se despojará de la banda presidencial y comenzará el gobierno de Claudia Sheinbaum.

En su último acto ante las multitudes, López Obrador también envió un mensaje a la oposición de México. Los acusó de tratar de manipular a la población con la idea de que apoyan los programas sociales del gobierno federal, cuando en realidad comulgan con el sofisma de que “al pueblo no hay que darles pescado, sino enseñarle a pescar”.

“Nuestros adversarios iban a quitar los programas sociales, pero el pueblo es mucha pieza, el pueblo no es tonto. Pensaron que iban a manipular, pero las elecciones fueron un ‘tengan para que aprendan’. Para que aprendan a respetar al pueblo. Si no quieren al pueblo, van a tener que aprender a respetarlo cuando menos”, expuso durante su discurso de dos horas con cinco minutos.

A sus adversarios políticos también les dijo que México necesita caminar hacia una auténtica democracia, no una simulación, no una oligarquía con fachada de democracia.

“’Demos’ es pueblo y ‘cratos’ es poder, el poder del pueblo. Lo que quieren los oligarcas es ‘cratos’ sin ‘demos’, quieren poder sin el pueblo. ¡Al carajo con eso!, exclamó López Obrador, en uno de los momentos de mayor emotividad por parte del mandatario.

Pre-si-denta, pre-si-denta

Con traje azul marino, camisa blanca y corbata roja; a pleno rayo de sol y sin beber agua, López Obrador leyó su mensaje sobre un templete con los colores de la bandera nacional, donde se podía leer con nueva tipografía –ya no la que se ha usado durante el sexenio– “6° Informe de Gobierno”.

El agobiante calor fue tolerado también por los miles de asistentes que acudieron a la Plaza de la Constitución, entre ellos integrantes del gabinete, gobernadores y dirigentes de partido. En primera fila también estaba Sheinbaum, quien lució un vestido azul metálico y una mascada multicolor.

En tres ocasiones, López Obrador incitó a los asistentes a corear “¡Pre-si-denta, pre-si-denta, pre-si-denta!” Subrayó que Sheinbaum es afín a los principios de la transformación y defensora de la igualdad, la libertad, la justicia, la democracia y la soberanía.

“Me retiro con el orgullo de haber trabajado con un pueblo bueno, trabajador, inteligente, fraterno y heredero de las mejores virtudes de los antiguos mexicanos, como es la dignidad y el heroísmo”, continuó el mandatario saliente.

Durante 125 minutos, López Obrador enlistó los logros que, desde su punto de vista, alcanzó su gobierno en combate a la pobreza y la desigualdad, estabilidad económica, infraestructura, seguridad, austeridad y combate a la corrupción.

Uno de los que llamó más la atención fue el anunció de que el IMSS-Bienestar ya funciona como Dinamarca, a pesar de que el esquema sigue en proceso de consolidación.

“Ya es una realidad en 23 estados el sistema de salud universal y gratuito para personas sin seguridad social, conocido como IMSS-Bienestar. Este sistema de salud pública ya es el más eficaz del mundo. Dije que iba a ser el mejor, que iba a ser como Dinamarca. No es como Dinamarca; es mejor que en Dinamarca”, afirmó el presidente.

La mayoría de los simpatizantes de López Obrador asistieron al Zócalo con gorras, sombreros y sombrillas para protegerse del sol. Entre las sillas colocadas en la plancha del Zócalo se podían apreciar mantas con leyendas como “Gracias, presidente”. “Hasta siempre” y “Lo queremos desaforadamente”.

Además de servidores públicos, en las primeras filas del escenario montado en el Zócalo estuvieron la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Muller, y dos de sus hijos: Andrés y Gonzalo López Beltrán. No se observó la presencia del hijo mayor, José Ramiro, ni del menor, Jesús Ernesto.

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Entre los anuncios relevantes para los próximos días, el mandatario dijo que el circuito completo del Tren Maya estará listo en cinco días y adelantó que la soberanía energética será una realidad a finales de este año.

Uno de los pendientes que dejará su gestión será el esclarecimiento de la desaparición de los 43 normalistas de Guerrero. “Avanzamos en la investigación para encontrar a los jóvenes de Ayotzinapa. Esa es una asignatura pendiente, pero todavía no termino mi mandato como presidente y vamos a seguirlos buscando”.