¿Por qué se regalan flores amarillas cada 21 de septiembre? El curioso significado detrás de esta tradición

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Cada 21 de septiembre, las redes sociales se inundan de contenido en el que las flores amarillas son las protagonistas absolutas y referentes de una connotación muy particular. Esto, ya que desde hace varios años, se instaló la costumbre de dar o recibir este detalle, pensado especialmente para las personas a las que más aprecio se les tiene, ¿pero qué significan en realidad y por qué son tan famosas?


¿Por qué se regalan flores amarillas en septiembre?



Estos obsequios han adquirido diversos significados a lo largo del tiempo, ya que en algunas regiones de Latinoamérica es una forma de darle la bienvenida a la primavera, que en países como Argentina, Uruguay y Chile, entra a partir del 22 de septiembre, contrario a lo que ocurre en México, donde su llegada está prevista para cada 21 de marzo.


Sin embargo, la inspiración más popular de esta tendencia tan viral en plataformas como TikTok e Instagram por obsequiar flores amarillas precisamente cada 21 de septiembre, se remonta a “Floricienta”, una de las telenovelas argentinas más conocidas de todos los tiempos, cuya fama se extendió a diversas partes del mundo y se ha mantenido vigente aún después de 20 años.


Esto ya que existe una escena icónica en la que “Florencia”, el personaje estelar de la trama, vive enamorada de “Federico Fritzenwalden”, un joven con el que sueña vivir una historia de amor. Sus anhelos terminan por cumplirse y recibe este detalle tan esperado, del que incluso existe una canción llamada “Flores amarillas”, que cada año sin falta, se cuela entre las listas con mayor prestigio, además de que se vuelve el sonido oficial de numerosos trends que replican el momento exacto de la sorpresa.



De acuerdo con el sentido que se le da a esta planta por su color vibrante, una flor amarilla representa vitalidad, energía y luz, evocando a su vez sensaciones de alegría y optimismo, que suele estar relacionado a su semejanza con los rayos que emanan del sol.


Dichos aspectos, se fusionan con las ya conocidas intenciones que hay detrás de regalar plantas o flores, pues se consideran un símbolo de aprecio, buena voluntad y cariño, sobre todo porque con frecuencia, se dan este tipo de regalos cuando hay una ocasión especial o logro específico que festejar.