que tu estómago no pague la factura

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En el mes de diciembre las comidas navideñas juegan un papel crucial durante las reuniones familiares y sociales. Los brindis, las cenas y convivencias, además de comunes, son excesivas y altas en calorías y en glucemia, lo que acrecenta la posibilidad de sufrir acidez, malestar estomacal, indigestiones y aumento de peso.

Por ello, las personas previamente enfermas pueden empeorar fatalmente de sus dolencias, lo que deriva en un aumento de 20 por ciento en las urgencias hospitalarias durante Navidad a causa de los atracones de comida, señala la Secretaría de Salud del Estado de México. Los problemas gástricos como las úlceras y los cólicos de hígado también son muy frecuentes.

Una recomendación clave para evitar los problemas gástricos es evitar llegar con hambre a la mesa. Aunque en las fiestas navideñas es muy común “saltarse las comidas” previas para “guardar espacio” en el estómago antes de la comida principal, es importante no llegar con hambre y evitar omitir comidas esenciales como el desayuno.

Ni en la rutina ordinaria ni en temporadas festivas es recomendable saltarse comidas, pues diversos estudios han señalado que esto puede llevar a comportamientos alimentarios poco saludables, como los atracones, asociados con malestar gastrointestinal y digestión pesada.

EXISTEN DIVERSAS ESTRATEGIAS PARA MINIMIZAR LAS DIGESTIONES PESADAS

Mireia Obón-Santacana, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), destaca la importancia de disfrutar de las comidas navideñas sin remordimientos: “Existen diversas estrategias para minimizar las digestiones pesadas, como evitar saltarse comidas y mantener un estilo de vida activo durante las festividades”.

Buscar opciones más saludables acorde a las recetas navideñas tradicionales es una forma sencilla de fomentar la salud. En este sentido, puede optarse por ingredientes más sanos como leche desnatada, aceite de oliva y, de ser posible, utilizar el horno y la freidora de aire para evitar los fritos en abundante aceite.

Otra de estas estrategias consiste en tener muy presentes las proporciones de cada alimento al momento de servirse. Se recomienda que medio plato se encuentre lleno de verduras y algo de fruta, un cuarto con hidratos de carbono saludables (integrales) y el último cuarto con proteína de calidad (pescado, aves, legumbres, frutos secos). La parte vegetal (ensaladas, cremas, brochetas o timbales de verduras) es fundamental y debe estar presente siempre.

Al igual que la primera, esta recomendación debería ser norma en el día a día, pues forma parte de una educación nutricional básica y es fundamental para que la comida sea lo más equilibrada posible.

MASTICA MUY BIEN LAS COMIDAS NAVIDEÑAS, CÓMELAS DESPACIO Y CON CALMA

En cuanto a los postres, se recomienda tomar primero fruta ya cortada, como piña o papaya, que ayudan a la digestión, antes de consumir dulces típicos, para así reducir el capricho de dulce.

Comer con tranquilidad y masticar bien es otro hábito fundamental que puede hacer una gran diferencia de salud. Masticar bien las comidas navideñas y aprovechar el tiempo entre plato y plato para charlar con la familia y amigos otorga tiempo a que lleguen las señales de saciedad al cerebro, esas hormonas que son secretadas por el tracto gastrointestinal e inhiben el apetito.

Además, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de familia, muchos síntomas de digestión pesada han sido relacionados con situaciones de estrés y ansiedad, por lo que en estas fechas es aconsejable desconectar, dejar a un lado las preocupaciones y reencontrarse con aquellas personas con las que nos apetece compartir, disfrutar, reír y relajarnos.

Sin embargo, al momento de sociabilizar y desligarse de los deberes es importante cuidar el consumo de alcohol y evitar cualquier otra sustancia dañina para la salud.

Limitar el alcohol con el estómago vacío es otra clave para conservar la salud gastrointestinal, pues beber en ayunas incrementa el apetito. Además, las bebidas alcohólicas ralentizan la digestión, lo que provoca digestiones pesadas. Lo más recomendable en estas fiestas es una ingesta limitada de alcohol.

MUÉVETE DESPUÉS DE COMER, UNA CAMINATA ES SUFICIENTE

Para mejorar la digestión lo mejor es el agua, también clave para contrarrestar efectos del alcohol como la deshidratación y para fomentar la regularidad intestinal con una buena pauta hídrica. Una vez más, el consumo constante de agua debe estar integrado en una dieta saludable, no solo durante las fiestas.

Por último, pero igual de importante, el movimiento físico después de comer ayuda a estimular el sistema digestivo, por lo que lo más recomendable es salir a dar un paseo ligero o, si hay menores en casa, jugar a su lado es más que suficiente.

Los estudios han demostrado que una caminata después de comer puede mejorar síntomas gastrointestinales como los gases y la hinchazón en algunas personas. Además, investigaciones de la Universidad Goethe de Frankfurt indican que un paseo después de las comidas tiene un impacto beneficioso sobre la hiperglucemia postprandial, mejora la motilidad intestinal y reduce la sensación de pesadez.

En caso de que se presente una indigestión, las infusiones digestivas son recomendables, en especial la manzanilla, el jengibre, la hierbaluisa o preparados específicos.

De igual manera, es importante tomar conciencia de los tipos de dolores y urgencias que se presentan para evitar saturaciones innecesarias en los hospitales. Por último, se recomienda recordar que tomar precauciones y adoptar hábitos saludables contribuye a un disfrute equilibrado de las comidas navideñas y al mantenimiento de una alimentación saludable durante las festividades. N

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